La lavanda. Junto con los tulipanes, mi flor favorita. Es una planta insecticida, relajante, la hay comestible (no todas), florecida tiene un color potente y lo que más me gusta es que es silvestre. Me encanta este tipo de flor. Pues
El Jardin De Mamá tenía lavanda así que...un ramillete para mi.
Cuando escribí el post de
la moda de los mapas os dije que hablaríamos
de los buzones de la entrada. Como se ve en la foto tengo una entrada
que no es que sea pequeña. Es enana! Y sin paredes para poder poner un
mueble de entrada. Así qué se me ocurrió colgar algo en la pared. Pero
algo original claro está. Rebuscando en
Mercadillo Vintage dí con unos
buzones antiguos. Y automáticamente supe que hacer.
Pero tenía que buscarle algún tipo de utilidad. Y se la encontré con unos simples ganchos adhesivos. Por lo demás no los toqué. Respeté el color, el óxido, los abollones... Que fué precisamente lo que me gustó.
Y el toque de color y olor lo da El Jardin de Mamá. Un ramillete de lavanda es suficiente. Sigue en la línea y aire que dan los buzones y es una flor "agradecida" cuando se seca. Aún así sigue quedando bien y dura mucho.
Además es su época. Hay campos y campos morados gracias a esta planta. Y cositas y más cositas para usarlas como estos preciosos buzones .
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